miércoles, 18 de enero de 2012

LLEGADA A LAS ANTÍPODAS: SYDNEY Y ALREDEDORES

Si os interesa Australia y no lo habéis hecho, os recomendamos que leáis un libro titulado Down Under (trad. En las Antípodas) de Bill Bryson. Para nosotras ha sido una buena manera de acercarnos y entender un poco más un país tan especial en varios aspectos como es Australia, ahora que ya hemos llegado vamos a hacernos nuestra propia idea. De momento ya os podemos adelantar una primera impresión, ¡Australia es un mundo aparte!


Imaginaos la cara de los primeros exploradores que consiguieron llegar a este lejano lugar, no fue fácil deducir que las diferentes tierras descubiertas por diferentes hombres eran el mismo enorme continente, cuando vieron extraños animales que no habían visto en ningún otro lugar (canguros, wombats, possums, koalas…), montañas azules, enormes rocas en medio de un desierto…les contaba relacionar las diferentes incursiones al mismo lugar ya que nada tenían que ver las descripciones de los que decían que era una tierra fresca y verde, con los que aseguraban que era un lugar hostil, caluroso y árido, pero es que Australia es enorme y cambiante, tiene una superficie de 7.686.850  km2 y 3 franjas horarias diferentes y una población de 21 millones de personas, lo que significa que la densidad es de menos del 2,73 pers./km2



Y pensar que la nueva Australia empezó como una “cárcel”, un lugar donde el gobierno británico mandaba a ladrones de poca monta a aburrirse…pero Australia tiene un punto oscuro que aún no han sabido lidiar…los británicos no llegaron primero, los verdaderos pobladores de esta tierra son los aborígenes. Pero cuando le preguntas a cualquier australiano por la convivencia con los aborígenes siempre obtienes la misma respuesta…”Oh, es muy complicado” Y nada más…

Australia era una parada clave en nuestro viaje por varios motivos: no se tiene cada día la oportunidad de irse literalmente a la otra punta del mundo, la idea del verano en enero nos gustaba, pero tener un hermano que lo ha dejado todo para vivir su propia aventura en este maravilloso país era la más importante. Y tan o más importante es para una madre y una tía que decidieron cruzar medio mundo para reunirse con todos nosotros, coger una furgoneta y recorrer la costa sur de New South Wales. ¡Una idea descabellada la verdad!


Pero no salió tan mal. Los días en familia empezaron en Sydney con una primicia los fuegos artificiales de Año Nuevo. Después de unos días descubriendo los rincones de la ciudad, de la mano de un casi experto, nos mentalizamos en conducir por la derecha y nos echamos a la carretera en busca de Jervis Bay y el parque natural de Booderee. La experiencia entre canguros, eucaliptus y playas salvajes nos gustó tanto que decidimos seguir la ruta de parques naturales y nos fuimos a ver el más esperado…las Blue Mountains. Y bueno, aparte del Blue este parque natural tiene un noséqué cautivador que te atrapa entre sus explanadas arboladas, sus familias de canguros y sus simpáticas cacatúas ladronzuelas.


Las playas de Callala y el lago de Wollongong también entraron en el plan, así tuvimos un poco de todo…pero lo que más recordaremos seguro que serán los infinitos momentos divertidos que hemos pasado escapando de los rangers, sacándole brillo a las barbacoas eléctricas después de desayunar salchichas, jugando a la “la podrida”, curando heridas en la cabeza después de nuestra primera clase de surf o montando y desmontando furgonetas para ir a dormir. ¡Ha sido un placer!



2 comentarios:

  1. Hola chicas!
    Qué tal por Australia? Ahora ya sois unas expertas... Estamos con ganas de leer el próximo post...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Muy pronto tendrêis un nuevo post con nuevas aventuras australianas!

    ResponderEliminar