viernes, 27 de enero de 2012

DE SYDNEY A MELBOURNE POR LA COSTA


Hay muchas cosas de Australia que nos gustan, pero os vamos a contar esos detalles que hacen que aquí te sientas feliz. Nos gusta el culto de los australianos al aire libre y a la naturaleza, viajar en campervan es lo más sencillo del mundo, hay facilidades en todas partes, pero lo mejor son las barbacoas públicas que funcionan con electricidad o gas. Y no es que haya una o dos, no no no, en cada pueblo, parque, área de descanso, área de picnic…puedes encontrar barbacoas impecables (porque aquí todos tienen consciencia de grupo y las limpian más que si fueran suyas) para hacerte una buena parrillada con la carne que le has comprado al carnicero del pueblo que te ha atendido con la mejor sonrisa del mundo. Y éste es otro de los detalles, ya puede ser una persona mayor, joven, de aquí o de allá, carnicero, dependiente del súper, de la gasolinera, un transeúnte que te cruzas por la calle, tu vecino de caravana…TODOS te van a saludar y a hacerte la vida más fácil con su ayuda y con una sonrisa de oreja a oreja. Porque los australianos son felices, no todos lo deben ser, claro, pero la sensación general que tienes en este país es de seguridad, tranquilidad, amabilidad y facilidad. Y bueno, viven un poco al margen del resto del mundo, vale, pero es que su país es tan enorme y autosuficiente que no necesitan más.


Más detalles que nos gustan…¡ah sí! ¡Nos encanta poder comprar en ruta! En las áreas de servicio o descanso hay camionetas que vienen directamente del campo con las verduras recién recogidas, pero esto no es lo mejor…hay mucha gente que vende o regala fruta, verduras, hielo o huevos en sus casas o granjas, cada mañana dejan lo que tengan para vender en la entrada de su propiedad con una cajita al lado con los precios de cada cosa. Tú lo coges y dejas el dinero en la caja. Los que lo regalan siempre dejan un cartelito explicando qué tipo de fruta es con el unas palabras de agradecimiento por ayudar a consumir su excedente…¿ellos me lo agradecen a mi? ¡El mundo al revés!


Cada día nos pasan cosas nuevas que nos reafirman que nos gusta esta tierra, pero sería imposible contarlas todas…vamos a centrarnos en nuestra ruta por el sureste australiano. Tal y como decidisteis, lectores, nuestra ruta de Sydney a Melbourne la hemos hecho por la costa. Hemos seguido todas la Tourist Drive (como llaman aquí a las carreteras con buenas vistas y paisajes) para disfrutar del azul más intenso que hemos visto hasta ahora, las playas más infinitas y solitarias, las carreteras más extremas y los pueblecitos más encantadores.


Para que os hagáis una idea, un trayecto que sin pausas es de 1.000 km, nosotras lo hemos hecho en 2.000 km…¡el doble! Pero es que los Australianos saben cómo llamar tu atención y tienen una capacidad de sacarle partido a todo que nunca habíamos visto antes. Me explico, en cada región hay dos o tres Visitor Center donde puedes pasar horas recopilando información, folletos, flyers y rutas por la zona. Siempre tienes a un par de informadores que te responderán a todas tus preguntas sea un domingo a las 4 de la tarde o un lunes a las 9 de la mañana, y además se interesarán por tu procedencia y tus impresiones en su país. Con eso consiguen mostrar cada uno de los rincones bonitos de su región, sin que algunas zonas dejen de tener interés porque no tienen la gran barrera de coral o una montaña sagrada llamada Uluru.

Las facilidades para el visitante no se quedan aquí, hay baños públicos en todas partes, piscinas gratuitas, duchas en las playas, barbacoas, zonas de picnic…y todo eso en un marco que pasa del verde al rojo al azul y al negro en un abrir y cerrar de ojos. Si queréis información detallada de nuestra ruta la encontraréis en el apartado NUESTRA RUTA.

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