Coged un atlas…situaros entre la península arábiga, el mar rojo y Etiopía. Hace millones de años, en algún punto que ahora cubre la corteza oceánica, el magma perforó la tierra provocando una cadena sísmica que partiría lo que entonces era un solo continente en tres fallas, como pasa al perforar con fuerza una superficie. En ese momento la tierra empezó a separarse hasta crear un nuevo mar (el mar rojo) y separar casi por completo lo que hoy conocemos como península arábiga del continente africano. Pero hay una tercera falla…el Riff. La cadena del Riff nace cerca de Yemen y se extiende hasta el norte de Tanzania, ¿no está mal eh? Pero eso no es todo, poco a poco la tierra se va separando creando así el valle del Riff. Lo que nadie sabe es si llegará el momento en que el valle pasará a ser un mar y Tanzania, Kenya, Etiopía y Somalia pasarán a ser una península o, como pasó con Madagascar, una isla.
Decididos a seguir el viaje juntos nos adaptamos a los planes de Luís y Ana. Nos encontramos con Sahidi y Mohammed (y el coche) en Nyamisati, volvimos a Kilwa Masoko, luego de nuevo a Dar es Salaam para acabar de cerrar unos trámites del hotel y de ahí nos dirigimos hacia el norte del país.
La primera parada fue en las montañas Usambara. Entre 1400 y 2000 metros de altura el ambiente era fresco y relajado, con unos paisajes de montaña tropical, con cataratas, muchos camaleones y una influencia notoria de las misiones católicas. Nos alojamos en Irente Farm, una granja gestionada por una pareja sueco-sudafricana, donde pudimos comer lo que hacía tiempo que no disfrutábamos: pan, queso, muesly, lentejas, espagueti…
Dejamos las Usambara para adentrarnos en zona masai. Los masai son la tribu más tradicional de Tanzania, son ganaderos y nómadas, tienen su propia lengua y conservan las vestimentas, cultura y estructura social tradicional. La zona masai se extiende desde Usambara hasta el lago Victoria y, por el norte, hasta la frontera con Kenya.
Por votación de los lectores nuestro campamento base debía ser en Moshi, pero por democracia “vehicular” decidimos pasar una noche en Arusha, por gestiones oficiales, para instalarnos en Karatu al día siguiente y preparar nuestra incursión a la vida salvaje por libre. Pasado el monte Kilimanjaro y el Monte Meru, pudimos confirmar que estábamos en el valle del Riff.
Y, por fin, lo más esperado: el parque nacional de N’gorongoro, con un cráter de unos 20 km. De diámetro habitado en cualquier época debido a su microclima y sus lagunas permanentes; y el parque nacional del Lago Manyara, una combinación de bosque, praderas y sabana que alberga a diferentes especies alrededor de sus aguas salinas. Pero las palabras sobran, preferimos compartir esta experiencia con las imágenes de sus protagonistas:
FOTOS DE LOS PROTAGONISTAS
FOTOS DE LOS PROTAGONISTAS
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