viernes, 30 de diciembre de 2011

MALAYSIA BATE RECORDS

Leímos en alguna parte  que en Malaysia hay cierta tentación por batir récords. Como en todos lados, pensamos,  pero en realidad en pocos días nos hemos dado cuenta que quizás sí que los malaysios están obsesionados en ser los primeros, los más altos o los más lo que se les ocurra.
En Langkawi nos hicimos con planos del país y pequeñas guías por regiones, todas gratis. Una documentación de indudable valor ya que viajar con ojos de local no tiene nada que ver a hacerlo con ojos de foráneo, y la idea de dejar de ser borregos nos fascina, la verdad.
El caso es que leemos y releemos las guías incansablemente y en ellas no paramos de descubrir récords fascinantes: ¿Sabíais que Malaysia cuenta con las torres gemelas más altas del mundo? Se llaman Petronas y están en Kuala Lumpur. También tienen la 6ª torre de telecomunicaciones más alta del mundo, pero la única que está situada en una reserva forestal en el corazón de una ciudad… ¡difícil de superar!
Otra cosa que nos fascina es la Liuli Crystal Fountain, reconocida por el libro de los récords de Malaysia como la fuente  más alta construida con cristal Liuli. Como nadie les reconocía el mérito han creado su propio libro de récords. El Kuala Lumpur Bird Park tiene el recinto de vuelo libre de aves más grande del mundo y el teleférico de Langkawi es el que cuenta con el más largo recorrido de un solo cable sin pilares intermedios. Planteado así, ¿cómo nos íbamos a perder este país?


Justamente empezamos por Langkawi, pero no por su teleférico sino como estrategia para alargar nuestro visado en Tailandia. La isla, grande, verde y montañosa nos decepcionó un poco, quizás porque al estar permitidos los deportes acuáticos no podíamos disfrutar de las bonitas playas tranquilamente. Churro por aquí, ski acuático por allá, cuidado una moto y mira, uno que ha caído con el paracaídas… ¡pero también hubo cosas muy buenas! Ahí hicimos los primeros descubrimientos gastronómicos malayo-chino-hindúes como el Satay, unos pinchitos de carne acompañados de una salsa de cacahuete o el Nasi Ayam un arroz con pollo y salsa de soja buenísimo.

Otras parada de camino al sur fue Alor Setar, otra estrategia para evitarnos los viajes eternos. Alor Star, como lo llaman ellos, ya nos dejó entrever el encanto de Malaysia. En un campo de visión de 360º podías ver una Mezquita de hace 100 años, una iglesia católica, un templo hindú, uno chino y una torre de telecomunicaciones desproporcionada al tamaño de la ciudad.

Eso es Malaysia, un país moderno, avanzado, tolerante y cuna de varias culturas que se instalaron en un mismo territorio sin pelearse hace cientos de años, y que aún siguen así…juntos pero no revueltos.

¡Y aprovechamos la ocasión para desearos a todos un FELIZ 2012!

lunes, 26 de diciembre de 2011

FOTO DEL MES: SOUTH THAILAND

¡Aquí tenéis las nuevas candidatas a fotos del mes, esta vez de South Thailand! Ya veréis que van de mar, playas y paisajes y por fin podéis votar cuál de las siguientes fotos puede ser la ganadora. De entre todas las fotos que tenemos, que no son pocas, intentamos siempre escoger las que son más representativas. Aquí tenéis las 5 fotos finalistas para la foto del mes. Tenéis una semana para votar y decidir cuál será la foto ganadora que se publicará en el blog de Panasonic.

Recordad que a parte de los comentarios que nos queráis dejar, que nos encantan, tenéis que votar en el apartado de VOTACIONES en el lateral derecho del blog.


¡Éstas son!

FOTO #1



  FOTO #2


FOTO #3

FOTO #4


FOTO #5

DE HAD YAI A ALOR SETAR


Es curioso cómo funcionan las relaciones humanas en un viaje. De pronto te cruzas con un desconocido en una estación de tren, él va hacia el norte y tú hacia el sur y sólo tienes 15 minutos para el típico…
Él – Do you know which train goes to Bangkok?
Tú – No, we are going to Malaysia.
Él – Oh, my train is late and I don’t know which platform it is.
Tú – Are you Spanish?
Él – No, portugués, pero hablo español.
Tú – Ah, lo he notado por el acento.
Y así pasas 10 minutos más hasta que llega tu tren y te despides.
Tú – Buen viaje.
Él – Pasadlo bien.
Y mientras te alejas piensas “me cae bien, podríamos ser buenos amigos”…Y entonces te das cuenta de que no sabes ni su nombre.

domingo, 25 de diciembre de 2011

CAMBIO EN EL FUNCIONAMIENTO DE LAS VOTACIONES

A veces toca ser crítico con uno mismo para mejorar y por ese motivo hemos decidido cambiar ciertas dinámicas.
El funcionamiento de nuestra web, igual que lo es en nuestro viaje, es compartirlo con vosotros y haceros partícipes en la medida de lo posible de nuestras decisiones. Para ello montamos el apartado de votaciones en el lateral derecho.
¿Qué ocurre? Que las decisiones en un viaje se toman rápidamente, tan rápido como aparecen las dudas, y plantear esas dudas en nuestros posts se hace lento y pesado ya que un post no tiene el mismo ritmo que una duda.
Para hacer más ligera nuestra comunicación y más útil vuestra ayuda hemos decidido cambiar el sistema de votaciones de la siguiente forma:
1.    Se nos plantea una duda.
2.    La publicamos directamente en el apartado de votaciones en el lateral derecho de la web, sin hacer un post al respecto. Y lo publicamos en Twitter y Facebook.
3.    Ya podéis empezar a votar.
Lo que comportará este cambio es que no podremos daros tanta información, pero sabemos perfectamente que la sabréis encontrar.
¡Y aquí va la primera! Y por cierto…¡FELIZ NAVIDAD!

viernes, 23 de diciembre de 2011

EL SUR DE TAILANDIA: KOH LIPE Y KOH TARUTAO

En todas las playas que hemos pisado en nuestro viaje, incluidas las más remotas y desiertas, siempre nos hemos encontrado unos peculiares habitantes que comparten su terreno con nosotras un poco recelosos: los cangrejos. Nos vigilan en la distancia y están atentos a cada uno de nuestros pasos para ir a su escondite a toda prisa cuando sobrepasamos la distancia de seguridad.

Hemos pasado muchas horas observando su rutinario día a día: bolita de arena aquí, bolita de arena allá y volvemos a empezar. Un día nos explicaron que detrás de esta labor se esconde un complejo proceso de separación de las algas de la arena con sus estructuras bucales. Es por este motivo que son un indicador de la calidad de la arena de la playa, si está contaminada morirán al hacer sus bolitas, en caso contrario seguirán habitando la playa con sus graciosos correteos.

Y, de nuevo, aquí los teníamos acompañando nuestros días en Koh Lipe, una pequeña isla que puedes recorrer caminando en el archipiélago de Adang, repleta de playas de arena blanca y aguas turquesas. Un fondo marino espectacular que está empezando a promocionarse como nueva cuna del buceo en Tailandia. Pero no hace falta sumergirse demasiado para poder observar su coral multicolor, los peces tropicales y algún pez trompeta despistado. Así que nos embarcamos de nuevo en un “long tail” para pasar el día visitando algunas islas del archipiélago y los secretos que escondían sus aguas. Allí conocimos a Jimmi y Reies, dos pamplonicas a quien recurrir para conocer todos los secretos del sureste asiático y pasar un buen rato compartiendo cervezas.

De camino a la península hicimos la parada más esperada de las islas del sur de Tailandia: Koh Tarutao, más de uno, especialmente Magali i “María Smith”, nos habían hablado maravillas de este parque natural en forma de isla. Pero lo queríamos comprobar con nuestros propios ojos. Vaaaaale, teníais razón, Koh Tarutao es uno de los lugares más bonitos que hemos visto. Una isla virgen con playas desiertas infinitas, vegetación salvaje y animales por todas parte. Estando ahí te sientes en un mundo perdido donde al girar una esquina te vas a encontrar un triceratops. Por suerte no pasó de un jabalí que se asustó más que nosotras al encontrarnos cara a cara.

Tenemos que dar la enhorabuena por la gestión y mantenimiento del parque, aunque si les tuviéramos que hacer alguna crítica sería que invirtieran más tiempo en recogida de residuos en las playas y menos en cortar el césped de la entrada al parque.
La calma absoluta de Koh Tarutao ha sido un gran final para despedirnos de Tailandia y encarar con energía y bronceado nuestra etapa malaya.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

FOTO DEL MES GANADORA: MYANMAR

Ya tenemos una nueva foto del mes ganadora del continente asiático. ¡La verdad es que esta vez parece que lo habéis tenido muy claro! Así que ya tenemos una ganadora y ya está publicada en el blog de Panasonic.

Podéis consultarla aquí
o en el enlace de Panasonic en el lateral de nuestra web, donde podréis conocer los detalles técnicos de la foto así como la historia que hay detrás de ella y alguna anécdota divertida.

¡Ya hemos empezado a preparar la próxima foto del mes!

lunes, 19 de diciembre de 2011

PARADA EN EL CAMINO: KOH LANTA

Koh Lanta es una de las islas del suroeste de Tailandia que produce caucho (goma natural), es maravilloso ver extensiones enormes de "rubber trees", tan esbeltos, altos y alineados, con sus incisiones perfectamente oblicuas y unos pequeños recipientes que rebosan una densa masa blanca. Una vez recolectado de los arboles, la recogen y la moldean hasta tener una fina capa con forma (según nuestro criterio) de alfombra de coche que cuelgan al sol para que se seque. Huele fatal...

Pero hablemos de las islas, que la goma es interesante, pero no es lo único que nos ha llamado la atención…Empecemos con una curiosidad, una de esas casualidades que pasan porque sí y que pueden cambiar el rumbo de un viaje como el nuestro. Ya os debéis imaginar lo estrictas que somos con nuestro presupuesto, de hecho es la GRAN pregunta que nos hace mucha gente, os lo resumimos: tenemos 2 presupuestos diferentes, uno para vuelos y otro para el resto que está dividió en 12 meses, cada uno tiene un límite y ambos los controlamos mediante un Excel que actualizamos a diario. Para compensar los meses que estaremos en países más caros, hemos reducido el presupuesto de los meses que pasamos en países más baratos. Así de sencillo.
Muchas veces el presupuesto toma decisiones por nosotras, por ejemplo, mientras decidíamos en Koh Phi Phi hacia dónde era mejor seguir, encontramos una oferta para ir en ferry hasta Koh Lanta, y de ahí podríamos cruzar a la península de nuevo para seguir por tierra. Y ya que estábamos en Koh Lanta, ¿por qué no quedarse un par de días para visitarla? Pasaron 2 días, 3 días, alquilamos una casa, 4 días, 5, 6, 7….hasta llegar a 18… ¿y por qué?

La primera impresión que tuvimos de Koh Lanta fue que nos recordaba a Formentera… ¡3 puntos! Curiosamente el alojamiento es más barato que en otras islas… ¡3 puntos más! La isla hace unos 50 km de largo, tiene 9 playas en la costa oeste, montaña, un parque natural, un delta y 2 cascadas…Además era una buena ocasión para alquilar una casa y hacer una parada de verdad unos cuantos días.

Alquilamos una casa de madera en un bosque, compartíamos casa con mosquitos, lagartijas, hormigas ladronas, arañas, alguna serpiente en el jardín y nuestra preferida… ¡la ranita Juanita! Nuestro día a día, levantarnos queriendo asesinar a algún pájaro gritón, desayunar e irnos al Lanta Animal Welfare a pasear a los perros. Moto, playa, alguna sopa picante y puesta de sol descuartizando a un coco. Ducha fría, sticky rice con mango y a dormir.

Koh Lanta tiene muchas sorpresas escondidas, así que la rutina ahí es imposible. Una mañana sales con intención de visitar una cueva y acabas pasando el día en casa de Anke y Aoi aprendiendo sobre su proyecto de construcción sostenible y granja ecológica Asa Lanta. Otro día te vas a comprar el pan y acabas cruzando con un trasbordador a Koh Lanta Noi, la parte norte de la isla y también la más desconocida.
Desde Koh Lanta tienes fácil acceso a otras islas más pequeñas donde puedes hacer snorkeling y submarinismo…Koh Muk, Koh Ngai, Koh Rok… ¡Ah, para los que no lo hayáis deducido KOH quiere decir isla!

Quizás Koh Lanta no tiene las aguas más turquesas y cristalinas del sureste asiático, pero para nosotras fue el mejor sitio dónde nos podría haber llevado el destino.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

REFLEXIONES EN RUTA


Hemos hecho números y creemos que llevamos una media de 3 horas de transportes diarios durante los casi 250 días de viaje que llevamos, parece mucho, pero en realidad no es gran cosa, podríamos considerar que nuestro ritmo de viaje es lento, pero no nos lo podemos imaginar de otra forma. A lo que íbamos, durante estas 3 horas de estos casi 250 días hay un tema que vuelve y vuele en nuestras conversaciones de besugos. Bueno, aclaremos este punto…no son bien bien de besugo, pero ciertamente repetitivas y como siempre las hablamos entre nosotras ya hemos llegado a un consenso que es: siempre tenemos razón.
Y eso debe acabar, así que reflexionemos juntos. Volvamos al tema de los nombres de los países…ya habíamos comentado alguna vez que no entendemos por qué en cada lengua los países tienen que llamarse de una manera diferente: Botswana-Botsuana, Moçambique-Mozambique, Thailand-Tailandia y el que nos parece el colmo…Lao-Laos. Tampoco creemos que la mejor forma de darles el mismo nombre sea a la inglesa (Thailand, tierra de Thais, muy ocurrente), pero ya que hay tantos alfabetos diferentes ¿por qué no utilizar un sistema fonético? ¿Algún filólogo nos lo aclara?
Hemos detectado otro problema, los lastres de algunos nombres coloniales. Hay algunos que lo han podido arreglar a tiempo, las antiguas Rodesias por ejemplo ya no suenan a nadie, mejor Zambia y Zimbabwe, ¿no?; luego tenemos esas colonias que nunca lo han dejado de ser, ¿cómo llamarían los aborígenes a lo que ahora conocemos por Australia? ¿Y Johannesburg? Y por último tenemos aquellos nombres que suenan más que los actuales, ¡quién supiera que Myanmar es la antigua Birmania que levante la mano! Y por cierto, la capital se llama Yangon, Rangoon es el nombre británico…tampoco se esmeraron demasiado en cambiarlo, ¿veerdad?
Como una de nuestras distracciones durante las horas de buses, trenes, ferries y esperas es mirar y remirar el pasaporte, que ya empieza a estar llenito y es la única “lectura” que no marea, hemos decidido que usaremos los nombres que aparecen en él, que para algo son los oficiales.

lunes, 5 de diciembre de 2011

"NO T-SHIRT, NO SHOES, NO PROBLEM!"

Ese es uno de los carteles publicitarios que encontramos en la isla de Koh Phi Phi, ¿Podemos ser más absurdos? ¿A qué idiota se le puede ocurrir pasearse sin zapatos por unas calles llenas de cristales que él mismo rompió la noche anterior? ¿Y qué me decís de pasearse sin camiseta en una isla medio budista medio musulmana en la que los locales se bañan completamente vestidos? Pero nadie lo prohíbe, es cuestión de respeto. En cambio nosotros sí que prohibimos, quizás deberíamos ser más coherentes.

Pero a eso se le debe añadir que en uno de los 1500 bares de la diminuta ciudad de Koh Phi Phi, y que sirva de explicación, encontramos otro cartel que decía “Staff wanted: 400 BATH free drink”. A nosotras nos avergüenza pensar por qué clase de animal nos deben tomar a los turistas los tailandeses. ¿Es realmente necesario gastarse un dineral en aviones y cruzar medio hemisferio para esto? Creemos que no.
Afortunadamente y aunque el turismo de masas haga sus estragos (y no por no beber hasta caer redondas nosotras dejamos de formar parte de este grupo), no todo el mundo tiene las mismas expectativas de un viaje, porque hay tantos viajes distintos como personas que viajan, todos tienen su historia detrás y a nosotras nos gusta compartirlas.

Los padres de Aleyda, por ejemplo, han superado sus miedos para llegar a Tailandia y ver a su hija. Un encuentro más que esperado y una primicia: ¡la primera visita de la familia! A los nervios por su llegada se le sumaba 1 mes de desconexión en Myanmar, así que encontrarnos entre el caos del aeropuerto de Bangkok no fue fácil.
Los primeros días con ellos los pasamos en Bangkok, una ciudad recurrente que enseña lo mejor y lo peor de Tailandia. Lo mejor…la harmonía entre el tráfico, los puestos de comida callejeros, los tuk-tuks, y los trenes que vuelan con el silencio de sus templos budistas, los palacios reales, museos de última generación y enormes alfombras verdes. Lo peor…Kao San Road y su significado, alcohol, turismo sexual, el “todo vale” y el “todo está en venta”.

Pese a que según vuestras votaciones debíamos ir a visitar uno de los diversos mercados flotantes de la ciudad, no lo pudimos hacer. La capital estaba en alerta máxima, las lluvias torrenciales del monzón han inundado la parte norte del país y el desagüe es Bangkok, así que lo que encontramos fue una ciudad medio flotante.
Otros con los que compartimos experiencias son Verónica y Oriol, que han cruzado Rusia, Mongolia, China y Nepal para hacer realidad un sueño, descubrir el secreto de la felicidad en Bhutan. Y además comparten todos sus descubrimientos en su blog projectesommer. Y ya que estaban ¿Por qué no seguir explorando en el sudeste asiático? Tres son los segundos que necesitas para pasar de esa sensación de cuando hace 6 meses que no ves a unos amigos a tener la sensación de no haberte separado nunca de ellos. Eso es lo que sentimos cuando nos abrazamos en medio de una callejuela de Bangkok.



La siguiente parada en familia fue Krabi, una pequeña ciudad de costa que nos acercaba por primera vez al mar de Andaman, salpicado de islas. Krabi nos hacía sentir como en el pueblo de verano, playa por aquí, excursión en moto por allá…bañito en la piscina esmeralda, lucha contra unos monos que no nos dejaban subir a una montaña y un día entero en “long tail” (un barco tradicional de madera) para visitar las islas más cercanas. Coincidimos además con una fiesta muy popular conocida como Loy Kratong en la que se hacen volar lamparillas de papel en el cielo para llevarse con ellas la mala suerte..

Ya adaptados a nuestro nuevo medio marino, y después de muchas dudas por qué isla escoger, no decidimos por Koh Phi Phi, la más bella y la más bestia a la vez. Koh Phi Phi no estuvo habitada hasta que llegó el boom turístico, quizás porque su geografía escarpada no permite edificar más allá de un reducto de tierra entre dos playas que queda a merced de la meteorología. Con el Tsunami del 2004, Koh Phi Phi quedó devastada, aunque viéndola ahora nadie lo diría.

Pero tienen razón, Koh Phi Phi es una de las islas más bellas que hemos visto nunca, combina aguas cristalinas y arena blanca con acantilados escarpados y profundas grutas. Quién la hubiera visto en los años 70…
Y de pronto ya habían pasado los 15 días y tocaba despedirse como habíamos hecho 6 meses antes de los padres de Aleyda, pero esta vez en un puerto a pleno sol y en Tailandia.

sábado, 26 de noviembre de 2011

FOTO DEL MES: MYANMAR

¡Ahora le toca el turno a Myanmar! Después de la grata experiencia que fue visitar este país, por fin podéis votar cuál de las siguientes fotos puede ser la ganadora. De entre todas las fotos que tenemos, que no son pocas, intentamos siempre escoger las que son más representativas. Aquí tenéis las 5 fotos finalistas para la foto del mes. Tenéis una semana para votar y decidir cuál será la foto ganadora que se publicará en el blog de Panasonic.

Recordad que a parte de los comentarios que nos queráis dejar, que nos encantan, tenéis que votar en el apartado de VOTACIONES en el lateral derecho del blog.


¡Éstas son!

FOTO #1



FOTO #2


FOTO #3


FOTO #4


FOTO #5

jueves, 24 de noviembre de 2011

FOTO DEL MES GANADORA: CAMBODIA

Ya tenemos una nueva foto del mes ganadora del continente asiático. ¡La cosa ha estado muy reñida, pero ya tenemos la ganadora y ya está publicada en el blog de Panasonic!

Podéis consultarla aquí
o en el enlace de Panasonic en el lateral de nuestra web, donde podréis conocer los detalles técnicos de la foto así como la historia que hay detrás de ella y alguna anécdota divertida.

¡Ya hemos empezado a preparar la próxima foto del mes!

jueves, 17 de noviembre de 2011

MAY SUM KA! LA ETNIA DE LOS SHAN

“En este país, los políticos se diferencian por tener los estómagos y las bocas muy grandes”. Nos decía nuestro guía mientras cruzábamos un poblado Shan. Myanmar es un país que ha permanecido cerrado al exterior durante muchos años. Hace tiempo, unas cuantas entidades bancarias extranjeras abrieron sucursales en el país, pero delante de una fuerte crisis económica nacional cerraron puertas y se fueron bien escarmentados. Desde entonces, tanto Europa como Estados Unidos han impuesto elevadas sanciones al país y, claro, ara que se abren a la inversión exterior, no somos economías bienvenidas. Esto se traduce en que ninguna empresa europea o americana puede instalarse en territorio bamar. y sabéis quien ha aprovechado la jugada y ha monopolizado todos los mercados, ¿verdad? La imparable y además vecina China.

El gobierno de Myanmar, militar y autoritario, tiene muy buenas relaciones con China y eso disgusta a la población que ve impotente como unos ganan y ellos pierden. Las empresas chinas están explotando concesiones forestales, compran a precios irrisorios la mayor parte de la producción de cereales y arroz y está llenando el país de gaseoductos (con la expropiación de terrenos que eso conlleva) directos hacía China. A cambio (¿?) construyen carreteras, que el gobierno bamar llena de peajes, y engrandece los estómagos de los gobernadores. El problema no reside sólo en esta explotación sin límites, el problema real es que China trae a todos los trabajadores de su país lo que se traduce en una población china de clase media-alta en aumento y una población local cada vez más empobrecida y furiosa.
Nos gusta escuchar a la gente de aquí, son precavidos, nunca lo hacen delante de nadie, así que la montaña siempre es un buen lugar para hablar o una buena excusa para no ir a votar en unas elecciones en que la única candidata que lucha por la democracia en este país Aung San Suu Kyi (Premio Novel de la Paz en 1991), está en prisión, después de 14 años de arresto domiciliario, por haber alojado a un estadounidense en su casa sin permiso del gobierno…¿o quizás será por no aceptar la libertad a cambio de su exilio y por ser hija de Aung San, un héroe nacional asesinado por conseguir la libertad para este país?
Tanto Hsipaw como Pyin Oo Lwin se encuentran en unas montañas al noreste de Manadalay a más de 1000 m de altura, el sitio perfecto para disfrutar del aire fresco y de cubrirse con una manta por la noche, además es una zona llena de secretos.

En Hsipaw conocimos a la encantadora Sra. Kimienti, antigua maestra y productora de palomitas que había decidido tener una vida menos cansada, a sus 60 años se lo merece, y compartir su jardín, sus zumos, sus guisados y sus vivencias con quien sepa llegar hasta su casa que se esconde entre árboles y muebles hechos con bambú. Cerca, un monasterio construido enteramente con madera de teka que alberga a un enorme buda hecho con bambú. Y alrededor, un montón de estupas de la época de Bagan, no tan numerosas, pero igual de bonitas. En este bonito pueblo conocimos a Magali, una parisina muy risueña con la que pudimos intercambiar mucha información de nuestros viajes que, desafortunadamente,  están yendo en dirección contraria. También compartimos tardes de charlas, tés, chapatis y degustación de todo tipo de platos nuevos…ya la echamos de menos…
También el río Dokhtawady esconde maravillas detrás de sus orillas, monasterios con centenares de monjes, plantaciones de naranjas, piñas, maíz, berenjenas… y decenas de pequeños poblados de las etnias Shan y Palaug a las que sólo se accede por agua o en tren. ¿Tren?
Sí sí…¡tren! Por fin encontramos un tren aún en funcionamiento. Lento, vale, y un poco incómodo, pero no nos arrepentimos de haber destinado 7 horas (para 100 km) a disfrutar de un recorrido único y espectacular. Y lo mejor…entre montañas, valles y prados cruzamos el viaducto de Gokteik construido en 1903 en acero, el segundo más alto del mundo…¡impresionante!

Y ya en Pyin Oo Lwin, a 1050 m sobre el nivel del mar y con el jersey puesto, decidimos destinar aquí nuestros últimos días en Myanmar. Esta ciudad también esconde secretos…¡hay un pequeño establecimiento dónde sirven leche fresca y todos sus derivados! Nadie hable inglés aquí, pero con gestos nos explican que tienen otro establecimiento fuera de la ciudad. Se nos ilumina la cara, ¿será esa granja que vimos pasando con el autobús dirección Hsipaw?. Hay que llegar hasta ahí. Conseguimos alquilar una moto destartalada a un indio y recorremos 10 kilómetros de carretera entre camiones hasta que de pronto…¡un cartel con una vaca nos anuncia que hemos llegado! Afortunadamente conocemos al propietario que habla inglés, y nos explica que hace 5 años decidió montar un espacio para degustar los productos de su granja y sus cultivos de todo tipo de vegetales. Le felicitamos, es un sitio precioso y se llama December, lo único escrito en nuestro alfabeto.

Parece que en Pyin Oo Lwin la cosa va de jardines…en 1915 unos botánicos ingleses montaron aquí un jardín botánico de 176 ha con todo tipo de especies de árboles, flores, orquídeas, aves y una buena colección de fósiles encontrados en la región. La excursión nos tomó un día entero, entre llegar andando (siempre todo está más lejos que lo que parece en los mapas), visitar detenidamente cada rincón del jardín, llegar hasta la torre para ver las vistas panorámicas y volver, empezó a anochecer.

Y de las montañas a la sofocante ciudad de Yangon para coger el avión a Bangkok y encontrarnos ahí con la esperada visita de los padres de Aleyda y empezar nuestra ruta por la costa y las islas tailandesas. ¡La playa nos espera!

martes, 15 de noviembre de 2011

NUEVA INMERSIÓN EN EL BUDISMO: BAGAN Y MANDALAY

Cuando abrimos el atlas por primera vez después de decidir llevar a cabo este sueño, no éramos capaces de situar Myanmar en el mapa mundi. Alguien nos había hablado maravillas de este país, pero hasta que no deducimos que Myanmar había recibido el nombre de Birmania durante la época colonial (hasta el 1989) no lo encontramos, es un atlas antiguo.
Entre algunas lecturas, poco recomendables por su subjetividad y su notoria falta de criterio, las guías de viaje, empezamos a leer listas de motivos por los que ir o no a visitar Myanmar. También encontramos algunas listas con el dinero que destina un turista independiente y un turista que viaja en grupo al gobierno. ¿Qué clase de estadísticas son estas y en base a qué? Ahora nos parecen tonterías….Las típicas tonterías que hacemos los europeos cuando no aprobamos la actitud o las dinámicas de un país, son comunistas, son autoritarios, tienen un gobierno militar….son malos. Tampoco nosotras somos nadie para hablar, sólo hemos estado 28 días en este país, pero sí que creemos que deberíamos dejar de colgar etiquetas, escuchar más e intentar entender, sólo así ayudaremos.

Si creemos que no usando las infraestructuras del gobierno dejamos de apoyarlo, entonces es mejor no venir a Myanmar. Algunos hoteles son gubernamentales; los transportes públicos, que se limitan al tren y los ferries, también; algunas marcas de cervezas locales, como Myanmar Beer, también lo son; y por supuesto las entradas a templos, estupas y otros monumentos nacionales…vale sí, pero ¿nadie piensa en que TODOS los hoteles no gubernamentales deben tener una licencia para poder alojar a turistas y que eso significa que el 20% de lo que pagamos va al gobierno? ¿Y quién os pensáis que se lleva el dinero de los centenares de peajes que se pasan con los autobuses de compañías privadas? ¿Nadie ha leído la etiqueta de TODAS las cervezas que se venden aquí? Todas están embotelladas en la misma planta embotelladora. Eso sí…ni un turista va a dejar de pagar la entrada a los templos de Bagan porque el dinero va destinado casi en su totalidad al gobierno….


Nosotros tampoco. Laura y Javi se adelantaron un día para tantear el terreno y eso nos permitió a nosotras llegar como unas princesas, recogida en la estación de bus, hotel elegido  (sí sí, hotel), terreno inspeccionado y ruta planeada, un lujo vaya…Para que os hagáis una idea en Bagan, una antigua civilización de la misma era que Angkor (S. XII), reúne un conjunto de 4.400 templos en una superficie relativamente pequeña, una llanura de unos 30 km2. Y eso no se puede ver en un día, y menos en bicicleta, y menos con las carreteras inundadas, y menos con una rueda pinchada, y aún menos con las botas empapadas…Total, que necesitamos 4 días para hacernos una idea de lo que es Bagan.
Lo único malo de Bagan y el encantador pueblo de Nyang Oo fue que nos tuvimos que despedir de Laura y Javi, volvíamos a nuestra vida solitaria y sin comodidades. Decidimos irnos hacia el norte para ver la segunda ciudad más importante del país y sede de la mayoría de empresas chinas. Mandalay no es precisamente una ciudad atractiva y tranquila, el embrollo de coches, motos, bicicletas, trishaws, autobuses, taxis normales, taxis compartidos y taxis azules la hacen ruidosa y polvorienta, además el calor es sofocante…

Pese a todos los inconvenientes, decidimos coger nuevamente unas bicicletas destartaladas para ir a visitar el puente de teca más largo del mundo que se encuentra en un lago en la pequeña población de Amarapura, a 11 km de Mandalay. El viaje por la carretera fue todo menos agradable, pero valió la pena. Con su 1,2 km de largo, el U-Bein fue construido hace 200 años y está formado por centenares de pilares y lamas de madera de teca, la madera más preciada del mundo.
 
El día después de nuestra excursión sobre dos ruedas decidimos cruzar el río Ayeyarwady con el ferry para conocer Mingun y su ambiciosa estupa inacabada. El rey Bodawpaya quiso construir una estupa de 150m de altura,  la más alta de todos los tiempos, pero su muerte hizo que el proyecto no siguiera adelante y tan sólo se construyó una enorme base de 50m que es la que se puede apreciar hoy en día.

Y entre visitas turísticas, tés, chapatis y barbacoas pasaron nuestros días en Mandalay impacientes por emprender camino hacia las montañas del norte de Myanmar.

viernes, 11 de noviembre de 2011

NYANG SHWE-KALAW: ENTRE MONTAÑAS Y LAGOS

A veces olvidamos el origen de algunas tradiciones que nos parecen exóticas y algunos de estos orígenes son todo menos exóticos. Es el caso por ejemplo de algunas etnias cuyas mujeres tienen que sufrir deformaciones físicas que les condicionarán y que, desgraciadamente, en esta era de globalización y turismo de impacto, acabará por servirles de oficio. ¿Y tú a qué te dedicas? Soy una mujer de cuello largo. Ah, yo soy carpintero…

Y no sólo son las mujeres de cuello alto a quien les forjan un collar dorando en forma de espiral alrededor del cuello cada vez más alto, también hay mujeres con los labios deformados con platos y otras barbaridades que hemos dejado olvidadas en África. Y el origen de todo esto es muy simple, los hombres no quieren que otras tribus se lleven a sus mujeres y para remediarlo qué mejor que  deformarlas para eliminar todo su atractivo.
Pero hay tradiciones menos agresivas y un tanto divertidas. Nos explicaba Zia, mientras mascaba tabaco envuelto en una hoja que les deja la dentadura rojiza, que hay otra etnia en Myanmar que se pinta los dientes de rojo para no parecerse a los perros. No deben tener espejos…


A Zayar y a Win les conocimos en Nyang Shwe, la ciudad más importante del encantador lago Inle. Antes de adentrarnos en las montañas con ellos tuvimos tiempo para explorar los alrededores del lago y descubrir poblados y plantaciones flotantes, artesanía local, pescadores que  reman con la pierna y asistimos a una ceremonia anual muy importante en el país.


La fiesta de Phaung Daw Oo, que tiene lugar durante las 3 primeras semanas de octubre, sólo se celebra en el lago Inle dónde una embarcación grande y elegante transporta a 4 budas dorados por todas las poblaciones del lago y finaliza su recorrido devolviendo a los budas al templo al que pertenecen con una gran ceremonia a su llegada que consiste en una procesión de embarcaciones decoradas y con música y bailes tradicionales en que la tripulación, aldeanos de la zona, conduce remando con la pierna. La ceremonia finaliza con una regata con la misma técnica de remo, un espectáculo incomparable.

En Myanmar hay centenares de etnias, tradiciones, lenguas y regiones. Estábamos en territorio Shan, la segunda etnia más numerosa después de la bamar, pero queríamos conocer otras, los Pa-O por ejemplo. Win y Zayar nos condujeron durante 2 días y 65 kilómetros a pie por las montañas de la zona para conocer de cerca a su gente. Subimos, bajamos, caminamos por el barro, cruzamos puentes de bambú, plantaciones de mil colores y hasta nos adentramos en un templo dentro de una cueva para compartir esos días con los Pa-O, que llevan turbantes de colores vistosos y trajes tradicionales de 5 capas…¡Laura se convirtió durante un rato en una verdadera Pa-O!


Cansados, pero eufóricos, llegamos a nuestro destino: Kalaw. Tocaba preparar nuestra siguiente etapa: los templos de Bagan.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

MINGALABAR! LLEGADA A MYANMAR


Llegar a Yangon, la antigua capital de Myanmar, es como retroceder 30 años en el tiempo. Los edificios, algunos de estilo comunista y otros de la época colonial, dan color a las calles ortogonales del centro y contrastan con los pocos edificios algo más modernos que recuerdan que algún día ésta fue la capital.

Los hombres llevan faldas (una tupida tela oscura de cuadros atada al frente) y las mujeres pantalones y un pintoresco maquillaje hecho con pasta de madera de color amarillo que les protege del sol. Casi todos los hombres mascan una extraña hoja que esconde tabaco en su interior y que les tiñe dientes y labios de rojo, además escupen continuamente.
Los coches son heredados de su vecina Tailandia, los modelos más actuales son de los años 80 y se da la paradoja que conducen por la derecha aunque los vehículos tienen el volante también a la derecha. Los autobuses urbanos recuerdan a las míticas furgonetas hippies de los 70.

No hay cabinas de teléfono, conseguir una tarjeta de móvil es casi imposible y nuestro teléfono español no coge ninguna señal. Internet es escaso y muuuuy lento, lo que quiere decir que…estamos prácticamente incomunicados.
Los pocos bancos de las grandes ciudades son nacionales y no existe ni un cajero automático en todo el país. Aunque las pensiones se pueden pagar en dólares, la vida se paga en Kyats que se deben cambiar en Yangon para obtener el mejor cambio, pero las colas en los bancos de cambio son infernales. Los billetes de dólar no pueden ser antiguos, ni estar arrugados, rotos o pintados ni presentar el menor rastro de haber sido utilizados, todos los billetes que no cumplan estos requisitos no serán aceptados.
Y entre tantas facilidades intentamos organizar nuestros 28 días en el país junto a Laura y Javi. Mañana cogemos un bus que recorrerá 650 km en 15 horas para llevarnos al lago Inle, donde empezaremos nuestra verdadera ruta por Myanmar, una ruta que deberá esquivar las zonas restringidas al turismo, ¿fácil verdad?
La verdad es que nos encanta la sensación de empezar de nuevo, y eso ocurre cada vez que entramos en un país. Éste es especial, se ve a simple vista, pero emocionante a la vez. La llegada de Laura y Javi, que nos acompañarán durante 15 días, es un motivo más para seguir adelante. ¡Empecemos!