sábado, 8 de octubre de 2011

CAMBODIA BAJO EL AGUA

La mayoría de pueblos y ciudades de Cambodia están a orillas de ríos o lagos, lo que les da un fácil acceso al agua, pero con ciertos inconvenientes. Durante la época húmeda las interminables lluvias llenan lagos y aumentan los caudales de agua de los ríos, el nivel sube y, en casos extremos, se desborda inundando su perímetro. Las lluvias del 2011 han provocado una situación extrema, las inundaciones han anegado los campos de arroz y otros cultivos y esto provoca grande pérdidas a los productores y aumentos desorbitados del precio del arroz y las verduras. Pero no sólo los agricultores sufren las consecuencias, muchos hoteles y restaurantes han quedado inundados por las aguas de los río desbordados. Algunos dicen que hacía 20 años que no veían unas inundaciones tan importantes, otros dicen que son las peores de la historia.


A medida que nos íbamos alejando de la costa para dirigirnos a Battambang empezamos a percibir el efecto del agua, en algunos tramos no existían límites entre los lagos y las zonas pobladas y al llegar a Battambang no pudimos bajar del autobús sin quitarnos las botas y remangarnos los pantalones: había medio metro de agua en el centro de la ciudad.
Afortunadamente tuvimos unos días de tregua que nos permitieron pasear por la ciudad, hacer un curso de cocina cambodiana, asistir a un espectáculo de circo en una escuela local y visitar un templo de la época Angkor para ir calentando motores. Eso sí, para llegar al templo con la moto que alquilamos cruzamos barrizales, río, pequeñas aldeas, campos de arroz en un trayecto de 2 horas que podríamos haber hecho en 15 minutos si hubiéramos dado con el camino correcto a la primera.

Además de todo eso tuvimos tiempo para celebrar cumpleaños y ser invitadas a una fiesta cambodiana antes de partir a nuestro siguiente destino: Siem Reap y los templos de Angkor.


Al llegar a Siem Reap nos encontramos una ciudad literalmente bajo el agua, pero eso no nos impidió pasar 4 días visitando los magníficos templos de Angkor.  Los días que la lluvia cesó visitamos los templos más cercanos en bicicleta y el resto en tuk-tuk, pero de una forma o de otra quedamos maravilladas con el legado de piedra que dejaron los antiguos khmers entre el siglo X y XVII en ese territorio, probablemente las civilizaciones más importantes de la historia del sureste asiático.


Y después de volver a pasar por Phnom Penh para recoger nuestros visados y deshacer todo el camino para cruzar la frontera y llegar a Bangkok a tiempo, mañana volamos a Myanmar.

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